Blog - Usando las TIC para fomentar la interculturalidad y la lucha contra la desinformación

Mucho se ha hablado de las ventajas y retos que traen consigo el uso de las TIC para el fomento de
competencias del siglo XXI en nuestros estudiantes. Un debate que, en buena medida se ha centrado
en el cómo emplear las tecnologías y menos en el sentido sustantivo, pedagógico, que debe ser
pensado antes para un verdadero aprovechamiento de este tipo de herramientas. Un tema que no
solo se dirige al aula o escenarios socioeducativos formales, sino también debe mirar los escenarios
educativos no formales.

El impacto que ha traído los dispositivos móviles, juegos en línea y redes sociales, tanto en jóvenes
como en adultos, amerita que pensemos como sacar máximo provecho pedagógico de estos
escenarios. Todo orientado a que un mayor número de personas puedan adquirir competencias que
les ayude a adquirir diferentes maneras de pensar, de trabajar y de vivir en el mundo, más allá del
aprovechamiento técnico de las herramientas en sí.

Uno de los aspectos que resultan claves en los tiempos que vivimos es como luchar con el creciente
extremismo, intolerancia y rechazo contra quienes representan lo ¨otro¨, ¨lo diferente¨ a nuestras
culturas o realidades socioculturales. La globalización, no solo ha favorecido el intercambio
comercial, sino el acceso y contacto de diferentes formas culturales; pero también ha abierto la
oportunidad que se exacerben los temores y rechazos más primarios de algunos contra inmigrantes,
refugiados o simplemente contra quienes han tenido que dejar sus países de origen por motivos
humanitarios. La viralidad que traen consigo las comunicaciones actuales hace que diariamente
veamos cómo ocurren actos de racismo y xenofobia en diferentes países (incluyendo América
Latina), impulsados por líderes políticos irresponsables o contenidos desinformativos, elaborados
para aumentar la percepción negativa de determinados grupos poblacionales.

Vivimos tiempos convulsos, donde pareciera estar normalizándose el hecho de tener que convivir
diariamente con expresiones xenófobas o de otro tipo, muy fáciles de extender y asimilar si no
contamos con el suficiente nivel educativo (competencias), que nos permita ejercer el pensamiento
crítico o reconocimiento de la realidad que nos rodea, más allá de las frustraciones que podamos
albergar. Los tiempos que corren no son nuevo, pero si vienen marcados por la viralidad que ejercen
los escenarios digitales actuales. Algo que exige la puesta en marcha de diferentes líneas de acción
para combatir y fomentar la convivencia. Se requiere fomentar espacios académicos como el Máster
en Educación Inclusiva e Intercultural, promovido desde la Universidad Internacional de la Rioja,
dirigido a la formación de profesionales relacionados con los ámbitos educativos formales y no
formales para la gestión de procesos socioeducativos en contextos culturalmente diverso. Pero
también es necesario pensar las posibilidades pedagógicas que pueden ser llevadas a cabo desde y a
través de las TIC para fomentar la educación inclusiva e intercultural en ellas.

Desde hace ya varios años han surgido proyectos orientados a ayudar a conocer la realidad que se
viven en zonas del planeta, lo que ayudaría a comprender mejor las condiciones sociales, políticas,
culturales y de derechos humanos de determinados grupos poblacionales que son objeto de estos
ataques, pero también ayudarían a formar competencias orientadas a luchar contra los contenidos
desinformativos. Tal son los casos de:

  • El juego Contra Viento y Marea, promovido por la UNHCR, que intenta poner en primera
    persona lo que debe pasar un refugiado, y las decisiones que debe tomar para preservar su
    vida.
  • La serie de recursos educativos online que pone a disposición también la UNHCR sobre los refugiados en el mundo.
  • El juego Survival, de Omnium Lab, que ayuda a los jóvenes desde este serious game sobre la tragedia humana de la migración.
  • El juego Entiérrame, mi amor, orientada a conocer la realidad que deben vivir los migrantes sirios.
  • El juego iReporter, desarrollado por la BBC para formar a los jóvenes en los retos que existen a la hora de informar de forma precisa, oportuna y con impacto desde los medios de comunicación.
  • El juego Bad News, creado por investigadores de la Universidad de Cambrige y DROG, en el que los jugadores deben construir un imperio de la desinformación.

Cada vez más ejemplos como los aquí mencionado, los cuales no tienen la repercusión que deberían
tener, en vista de su potencial aprovechamiento en contextos formales y no formales de enseñanza
inclusiva e intercultural. Aunque muchos de ellos están en inglés, lo que resulta una limitación, el
principal reto sigue estando en cómo generar este tipo de acciones en español y desde unas
realidades más próximas a las que vivimos muchos de nosotros (América Latina, por ejemplo), que
ayuden a todos los agentes sociales a fomentar la interculturalidad y la lucha contra el flagelo de la
desinformación, la cual nos infoxica diariamente con mensajes llamando al ¨otro¨, al ¨diferente¨
como causante de nuestros peores males, cuando en realidad no es así. Lo que resulta grave a nivel
de un adulto pero muy preocupante en niños y jóvenes que asimilen estos argumentos como
naturales a tan temprana edad.

 

Artículo publicado en Colombia Digital.


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