Blog - Derechos digitales a cambio de control político (electoral) en España

Una tarea que, en aras de ir a más que el resto de países de la Unión, ha abierto la puerta a control
ciudadano con fines políticos desde la propia disposición de las instituciones públicas. Y es que desde
el nuevo Reglamento de Protección de Dato, impulsado por el Senado español, no solo se han
regulado los derechos digitales ciudadanos, enmarcados en un total de 17 dentro de esta nueva Ley,
como por ejemplo el derecho de acceso universal a internet, a la neutralidad de internet, a la
seguridad digital y a la educación digital; también autoriza a los partidos políticos a recoger datos
sobre opiniones políticas de los ciudadanos para sus fines, en períodos electorales. Un asunto que no
es menor porque regula el ¨Spam electoral¨ y da una nueva vuelta de tuerca al control que ya existe
desde sectores tecnológicos a sus usuarios, como hemos podido ver en los últimos años con el caso
de Facebook.

Si bien hay elementos novedosos en la Regulación impulsada recientemente en España, el hecho de
permitir que partidos ¨peinen¨ con total libertad internet para obtener información para ¨pulsar¨ las
inquietudes de los ciudadanos y (lo mejor viene ahora) darle respuesta en sus propuestas
electorales, de acuerdo con la interpretación hecha por la Agencia Española de Protección de Datos
(AEPD). Algo que es un claro ejemplo del intento de los actores políticos de hacerse con la parte del
pastel a la hora de legitimar el control social basado en intereses particulares, sacando provecho
para ello la capacidad que estos tienen de hacer las propias leyes que cobijan y regulan sus actos.
Como se diría coloquialmente, ¨se han pagado y dado el cambio a la vez¨, ante un escenario europeo
donde la protección y privacidad de los datos es un tema que se ha venido haciendo cada vez más
rigurosa.

La única forma en que logro entender esta medida, impulsada por los propios beneficiarios de ella,
los partidos políticos, desde las instituciones públicas donde se ejercen sus funciones públicas, es
buscar una ¨puerta trasera¨ hecha a su medida para regular algo que ya venían haciendo a través de
sus asesores y empresas consultoras en período electoral para conocer la ¨intensión de voto¨ de sus
potenciales electores. Pero ahora con el añadido que podrán hacer perfiles ideológicos y
personalizar a los usuarios afines (y los que no). Un ejercicio que se torna peligroso de por sí porque
este proceso podrá darle acceso a los partidos políticos a identificar opositores, por ejemplo,
llegando a coaccionar incluso la el derecho a la libertad de expresión del ciudadano, quien preferirá
no dar un ¨like¨ a un contenido para no ser identificado, ante el miedo potencial a que la mejor
respuesta que tengan los actores políticos sea meterle dentro de las posibles propuestas que tengan
a la hora de dar ¨respuesta¨ a las demandas ciudadanas. O bien decidan hacer sus programas y
propuestas electorales basándose en la ¨visceralidad¨ y posiciones extremas que suele encontrarse
en las redes sociales, las cuales convenientemente puede justificar medidas que atenten contra los
Derechos Humanos, simplemente aduciendo que es lo que les pide sus electores y se queden tan
tranquilos al momento de aducir esto.

Lo que planteo aquí no es nuevo, a raíz del 11S de 2001 en los Estados Unidos, se hizo impulsó lo
que se conoció como Ley Patriórica (en inglés, USA PATRIOT Act), la cual fue sustituida en 2015 por
la USA Freedom Act (donde se establecen algunos límites a la recolección de datos que permitía la
Ley Patriótica), donde básicamente se permitía el acceso a datos privados de ciudadanos, sin la
autorización judicial correspondiente, para la lucha contra el terrorismo y garantizar la seguridad
nacional en dicho país. Un marco donde el simple hecho de que alguien pensara que eras

sospechoso de ¨algo¨, simplemente autorizaba a los cuerpos de seguridad del Estado a revisar su
vida, sin el permiso de un juez (como antes se hacía).
Aunque en los Estados Unidos adujeron a la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo para
básicamente ¨cargarse¨ las libertades de sus ciudadanos, y el caso español resulta quizás más cínico
por aducir temas electorales para ello, compartimos la visión que llegó a decir Lisa Graves de la
Unión Americana de Libertades Democráticas ¨La historia demuestra que recortar las libertades en
tiempos difíciles nos hará lamentarlo como una traición a nuestros valores fundamentales¨; yendo
un poco más lejos a este comentario, ya que en España nos lo lamentaremos porque cada vez más
estamos viendo como el virus del populismo y los grupos extremistas están ganando cada vez más
terreno social, por lo que nadie nos quita la razonable duda que el traje diseñado para el favor de los
partidos políticos terminen siendo muy peligroso en el futuro.

 

Artículo publicado en Colombia Digital.


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