Blog - La ética en la formación de profesionales STEM

Los resultados no dejan de ser interesantes. Más allá de las competencias transversales y de conocimiento, propias de lo que se conoce como competencias del siglo XXI, muchas de ellas reiteradas en dicho estudio, resultó interesante ver cómo el 86% de los participantes de este estudio apuntan a una necesidad de avance y formación de la ética y la deontología profesional como base de su formación.

Más allá de formarles para el desarrollo de habilidades que les permitan pensar, trabajar y actuar en el mundo actual, desde la creatividad, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico, la colaboración, la alfabetización digital y la ciudadanía global, los propios profesionales afines a las STEM (acrónimo de los términos en inglés ScienceTechnologyEngineering and Mathematics (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).  hacen un particular reconocimiento de falencias en torno a todo lo relacionado con los deberes y principios que afectan el ejercicio propio de su profesión. Por lo que la inclusión en el currículo de estudios humanísticos a nivel de carreras técnicas o tecnológicas, como por ejemplo la filosofía.

Lo aquí expuesto me hace recordar el caso de Mark Zuckenberg y el robo masivo de datos que tuvo Facebook en el caso de Cambridge Analytica. Durante su intervención en el Congreso de los Estados Unidos, solo se limitó a disculparse y reconocer que no fueron conscientes de los riesgos que presentaba esta red social a sus usuarios y de los potenciales impactos que esto pudiese traer consigo en procesos electorales, por ejemplo. Una posición que hasta cierto punto me pareció naif y de un ¨buenismo¨ que, reconozco, me generó ruido. Sobre todo porque dudo que alguien con el peso y visión de Zuckenberg no lo haya visto. Sobre todo con la cantidad de asesores a su alrededor.

Me preocupa mucho que la sociedad digital se esté perfilando con profesionales falentes de ética y donde ¨el todo vale¨ y las ¨zonas grises¨ sea un patrón de acción habitual. No me bastan la respuesta que dio Zuckenberg por el escándalo de Cambridge Analytica, o que se use ese patrón para justificar futuros nuevos casos y que nos conformemos con este tipo de argumentos. Debemos seguir avanzando en la promoción de las STEM, sí, pero no a cualquier precio. El llamado de los participantes del estudio realizado en España resulta relevante a tenerle en cuenta. Sobre todo si queremos construir una sociedad de la información que cuente con un acervo humanístico mínimo que garantice reducir o prevenir los potenciales riesgos que deberemos afrontar ante los nuevos escenarios que se nos abren ante nosotros. Sin estar en constante dejadez a los usuarios del mayor peso de la responsabilidad a la hora de ser testigos de los peligros que los avances TIC pueden traer consigo.

La construcción de un marco normativo, que regule los escenarios digitales, es muy importante pero no es la única solución preventiva que debemos apelar. Más allá de la necesaria educación digital que el conjunto de nuestras sociedades deben asumir, debemos garantizar que los profesionales de las STEM sean capaces de integrar el pensamiento ético y humanístico en su quehacer. Algo que debemos avanzar desde el hogar y las etapas tempranas de la educación pero, sobre todo, de forma transversal en le educación superior. Con ello no busco que los ingenieros hagan la labor del sociólogo o jurista (en ningún caso creo que ningún profesional puede ocupar espacios de acción de otras áreas), ni mucho menos hacer alquimia y transformar el sentido de las profesiones en nuestras sociedades. Solo hago un llamado a que se genere un marco de acción social donde todos tengamos relevancia y que desde la labor técnica afín a las TIC se logre tener consciencia de la importancia que tiene las humanidades en la formación de futuros profesionales de los sectores afines. Sobre todo si no queremos que los beneficios de los avances terminen siendo devorados por los riesgos ante profesionales altamente cualificados a nivel técnico pero con un rendimiento humanístico pobre.

 

Artículo publicado en Colombia Digital.


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